Mostrando entradas con la etiqueta Cerdos & Peces. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cerdos & Peces. Mostrar todas las entradas

domingo, 11 de octubre de 2020

SESENTA Y SEIS

Mi primer contacto con los clásicos del jazz tuvo su origen en un proyecto, un trabajo práctico, para la materia Diseño Gráfico 2 de la FADU, en la UBA. Resulta que tenía que diseñar una colección de tres discos, con un packaging que los contuviera. Si mal no recuerdo, nos proponían un par de géneros musicales y me sedujo la idea de trabajar con imágenes del mundo del jazz. Esa materia la cursé en el año 1995 y aunque para muchos parezca incomprensible, no usábamos internet para conseguir fotos para nuestras maquetas porque simplemente no existía internet. Quizás existía, pero no para el vulgo. En fin, recortábamos revistas, sacábamos fotocopias de libros, en blanco y negro o en color. Aquellos con la suerte de estar más equipados, tecnológicamente hablando, podían llegar a tener un escáner. En mi caso, solamente contaba con una computadora con la que lograba editar los textos, los imprimía, los recortaba, los pegaba con las fotos sobre alguna cartulina, enmascaraba con témpera blanca y sacaba una nueva fotocopia en la que no se notaran ni los tijeretazos ni las pegatinas. No te aburro más con esta breve clase de collage y paso a lo que estaba pensando en escribir. La verdad es que yo no he comprado demasiadas revistas en mi vida, alguna Musiquero, alguna Rock & Pop, alguna Rock de Lux, alguna Cerdos & Peces, pero ninguna con fotos que pudieran servirme para este proyecto. Luego de una cena familiar en el que comenté que no contaba ni con fotografías ni con material de referencia para llevar este proyecto a buen puerto, al otro día, mi vieja se apareció con un libraco que se llama simplemente “Jazz”. Se trata de una especie de biblia para todo apasionado de este género musical. Contiene fotografías de instrumentos, de músicos, de portadas de álbumes indispensables. Este material se transformó no solo en un abrevadero para la búsqueda de inspiración para este proyecto universitario sino que es un libro que sigo consultando frecuentemente para conocer más sobre esta música. Por aquella época, también se empezó a conseguir en los kioscos de diarios “The Blue Note Collection”, una revista que venía con un CD. Compré varios títulos: “Genius Of Modern Music Volume 1” de Thelonious Monk, “The Best Of Chet Baker Sings” de Chet Baker, “Blue Train” de John Coltrane e “Intuition” de Lennie Tristano & Warne Marsh. Fueron el comienzo de mi colección de discos de jazz, solo el comienzo.



lunes, 11 de mayo de 2020

NUEVE

Recuerdo que en algún momento se me ocurrió comprar una revista que se llamaba Cerdos & Peces. Creo que era un número que traía letras de The Doors. Hasta ese momento no había podido escuchar nada de ellos. Sin embargo, atando cabos entre todas las informaciones que había ido consiguiendo, me di cuenta de que varios de los artistas que escuchaba (Echo & the Bunnymen, Joy Division), algo le debían al grupo norteamericano. En el verano, en febrero de 1988, en la ciudad balnearia de Pinamar, para muchos una infame máscara de artificial hipocresía que oculta las inequidades existentes en nuestro país, para otros simplemente un lugar no demasiado lejano en el que las playas son aceptables y menos sucias que en otros balnearios, encontré un casete doble recopilatorio que se llamaba “Weird Scenes Inside the Gold Mine” en una librería a la que solía ir al salir de la playa. ¡Me encantó! No fue hasta un tiempo más tarde que escuché uno de sus álbumes completos, creo que “Strange Days”, cuando mi amigo Juan Carlos lo trajo para escucharlo alguna de las tardes en las que compartíamos la música que habíamos conseguido durante la búsqueda semanal. Es un grupo que todavía hoy disfruto mucho y del que por suerte pude comprar un box-set con su discografía completa.