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domingo, 10 de mayo de 2020

OCHO

¡Qué suerte que tienen los brasileños! Pensaba cuando veía que muchos discos decían “industria brasileira”. Quién sabe, quizás ellos sean más abiertos con el tema de la música y se permiten la existencia de nuevas formas de expresión. Quizás el argentino sea más conservador y reticente a aceptar algo nuevo, algo que salga del molde al que está acostumbrado. Lo que sí sé es que en algún momento fui a visitar las Cataratas del Iguazú con mi familia y volví con algunos discos de vinilo que compré en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu. No recuerdo todos los títulos que traje pero bien pueden ser: “Hatful of Hollow” de los Smiths, “Closer” de Joy Division, alguno de Siouxsie and the Banshees, “Treasure” de Cocteau Twins, “Mirror Moves” de Psychedelic Furs y, quizás, “London Calling” de los Clash. Fue increíble, porque la única disquería del pueblo en la que me muní de todo ese material que sonaba extravagante para un porteño, no tenía nada de especial, nada del “underground cool” – casi cheto – de las “cuevas” de Buenos Aires que estaba acostumbrado a frecuentar. Era un negocio a la calle, simplote pero cargado de cosas interesantes. No me quiero imaginar todo lo que hubiera podido conseguir si hubiera ido a alguna de las ciudades importantes...


viernes, 8 de mayo de 2020

SEIS

Era una época en la que escaseaba la información. Solo contaba con las revistas Pelo, Rock & Pop o El Musiquero, según el tipo de datos que estuviera buscando. Con suerte, a veces conseguía la Rock de Lux, revista española que me parecía mucho más interesante y abundante. También estaban los disqueros que, con tal de vender algo, solían ser bastante fabuleros. Así fue como descubrí el parentesco entre The Cure y Siouxsie and the Banshees, grupo del que me hice inmediatamente fanático. Lo prefería porque la cantante no se lamentaba sino que blasfemaba e injuriaba: era ruda. Tuve muchos de sus álbumes. Creo que uno de mis preferidos era “Juju” ya que hoy distingo la gran influencia de los arpeggios de John McGeoch en la forma en que tocaría la guitarra en la época de mi grupo SU REAL ORDEN. Aunque no lo supiera, al escuchar este disco una y otra vez estaba recibiendo una valiosísima educación musical. También sin saberlo, “Feast”, otro álbum que Siouxsie Sioux grabó en Hawaii bajo el nombre de The Creatures – el que por casualidad conseguí en la disquería Abraxas de la calle Santa Fe – me abrió nuevos horizontes hacia el World Music. Quizás esto sea lo que explique mi expansivo gusto musical y mi preferencia por los artistas que no se estancan en una sola forma de expresión, en un solo género musical. El dark y el post-punk, para mí, tenían los minutos contados, aunque en ese momento todavía no me había dado cuenta.